Bueno, como nadie se decide a escribir nuestra última crónica volveré a ser yo el que lo haga pero que no sirva de precedente, lo interesante es que todos participemos y pongamos nuestros puntos de vista e impresiones.
Pues finalmente, el tan ansiado día de la Almudayna llegó y al margen de los resultados, que fueron bastante buenos, pudimos pasar un fantástico fin de semana entre amigos y familiares.
Una buena forma de culminar una temporada plagada de retos, pruebas, entrenamientos y mucho cervezaaaaaa, eso que no falte.
La prueba, tal como avisamos es una de las más fuertes y duras de la región y de los alrededores, esta vez la organización debido al recorte de presupuesto reduzco la calidad y cantidad del los avituallamientos, lo que si que no cambió fue la calidez en el acogimiento de la organización, echamos de menos la paella del fin de carrera en vez de los mismos macarrones de la noche anterior, pero bueno, una aventura es una aventura.
Las horas previas de la carrera se nos hicieron eternas, desayuno de café, chocolate y magdalenas y luego vuelta a casa a darle el último toque a las bicis, foto oficial del grupo y pá la salida.
La prueba fue muy exigente y dura, aquellos que pudimos terminarla se nos quedó un sabor de boca entre agotamiento y satisfacción que difícilmente se nos podrá olvidar, los que no pudieron terminarla por problemas mecánicos, físicos o simplemente por no dejar solo a un compañero (que morro) ya están pensando en el próximo año.
Luego, entrega de medalla (muy bonita y pesada) y posteriormente la comida otra vez con macarrones, bueno eso es lo de menos, intercambiamos anécdotas que si yo te esperé, que si me dieron calambres, que si hubiera estado mejor te hubiera ganado, lo de siempre pero muy contentos.
Al regresar a la casa rural, muy bonita, incluso después de que los energúmenos de nuestros hijos arrasaran con el huerto, barbacoa, cerveza, risas y cansancio a plomo.
Al día siguiente un buen desayuno, más cerveza, luego barbacoa de carne, más cerveza, más risas, de todo un poco, genial. Al sobrar bastante comida se decidió que nos quedáramos a cenar y eso hicimos, otra barbacoa con los restos de la cena y la comida.
En resumen, un muy buen fin de semana que culmina un año de entrenamiento y buen rollo. Ahora toca pensar en la nueva campaña, en los nuevos retos y en continuar con este gran grupo. Felicidades a todos los participantes, también a los que no pudieron asistir y se quedaron con las ganas, a las mujeres, a los niños y en general a todos los que habéis hecho posible pasar estos buenos momentos, nos vemos muy pronto.
Por favor, pasarme las fotos y vídeos o publicarlos vosotros.
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